Uno de los rasgos más característicos y reprobables de mi personalidad es la impaciencia. Esto me ha llevado a cometer más de un error en mi vida (comprarme un coche del color que no deseaba porque para el que yo quería había que esperar) y a querer conseguir las cosas de un modo muy rápido, cuasi inmediato. Príncipe Azul me suele decir :Lo quieres todo y ya. Pues tengo que decir que esto está empezando a cambiar (lo noto jeje). La oposición me está enseñando a saber esperar, a asumir que todo tiene su tiempo y momento , que una cosa va detrás de otra, que todo llega, que coger ritmo con los temas es, además de una cuestión de esfuerzo, una cuestión de tiempo. Otra cosa cosa que la oposición me está enseñando es a valorar las cosas en general. Me explico:las personas más allegadas siempre me han recriminado (y no les quito la razón) que no sabía valorar las cosas,o más bien disfrutar de ellas. Por ejemplo, si había aprobado los exámenes de febrero, no me tomaba un par de días par