Mi semana post-opos
29.5.18Hola #opocompis y extraños. Quería hoy pasarme por aquí para compartir con vosotrxs mi semana después del examen de oposición. Si tuviera qu...
29.5.18
Hola #opocompis y extraños. Quería hoy pasarme por aquí para compartir con vosotrxs mi semana después del examen de oposición. Si tuviera que quedarme con un adjetivo únicamente para describirla, sin duda éste sería RARA. Sí, la verdad es que entre el drama del viernes pasado, el cansancio existencial y cierto nerviosismo por encontrarme desubicada, os digo que he estado "sin sentir ni padecer”.
Lo que sí me ha ayudado bastante es una lista que confeccioné de TO DO mientras estaba encerrada estudiando y es un poco lo que me ha ido sirviendo de base para ir eliminando tareas pendientes y volver a retomar algo la actividad.
También es verdad que a la espera de la nota de corte y con mi nota que "ni fú ni fá" he preferido tomarme esta semana de descanso para retomar la preparación del segundo la siguiente.
Lo que sí me ha ayudado bastante es una lista que confeccioné de TO DO mientras estaba encerrada estudiando y es un poco lo que me ha ido sirviendo de base para ir eliminando tareas pendientes y volver a retomar algo la actividad.
También es verdad que a la espera de la nota de corte y con mi nota que "ni fú ni fá" he preferido tomarme esta semana de descanso para retomar la preparación del segundo la siguiente.
Entre las tareas pendientes se encontraban algunas cositas de beauty, aunque la verdad que mejor que el martes que fui a Oh My Cut (C/ Capitán Haya) me hubiese estado quietecita. Fui a retocarme las mechas y arreglarme el corte y me sabe fatal tener que decir que ha sido un completo desastre: el color no es el yo llevaba en absoluto (tiran más a doradas que a blanquecinas y perecen tinte) y el corte tampoco me gusta nada, es de estos típicos que o vas peinada de pulquería o vas hecha un desastre. Me sabe mal decirlo porque las chicas fueron súper majas y amables, pero además de que tuve que pagar un suplemento de 9€ por el número de mechas, también me hicieron un tratamiento antiencrespamiento del que no he obtenido ningún resultado . En fin, me resulta muy difícil aquí en Madrid encontrar un lugar en el que le cojan el punto a mi pelo y no me tenga que dejar un riñón. Vamos, que aquí donde os digo tampoco fue regalado (97€ incluido un acondicionador que compré).
Decidí no disgustarme demasiado por esto; ya que al fin y al cabo es pelo que crece y esas cosas. El miércoles ya estaba algo más centrada y aproveché bien el día en rollos varios ( asuntos con el fisco principalmente). Por la noche fuimos a cenar a Tasca La Farmacia (C/ Capitán Haya, 19) y fue más que un acierto: qué ricas las croquetas de jamón y él bacalao al pil-pil. El precio medio en el restaurante (también podéis ir de tapizas) es de unos 35-40€ PAX. Los postres no me dijeron nada, pero aún así es un restaurante que merece la pena. Además me recordó mucho a la botica de mi abuelo cuando era pequeña.
El jueves fue el primer día que realmente descansé, no consigo quedarme en la cama hasta tarde. Pero al menos ese día no me programé nada hasta las 9 de la noche. Fui a conocer un restaurante nuevo en La Latina . Se llama Antigua Casa de la Paella (C/ de la Pasa, 2) y no sabéis qué bonito el lugar. El restaurante está en un esquinazo con sus ventanas casi hasta el suelo y la decoración tiene un montón de detalles súper bonitos entre lo clásico y lo vintage. Los arroces son un auténtico espectáculo de sabor y textura y hay una gran variedad ( paella de verduras de temporada, valenciana, especial de marisco, arroz con carabinero, con bogavante, de pato y verduras...). El precio está genial, 20€ PAX . Y además no aunque su especialidad es el arroz, también cuentan con otras cositas súper ricas en su carta, como croquetas de jamón bien generosas y cremositas; pescados; carnes y entrantes bien curiositos. No os vayáis sin probar su Strudel de manzana. El trato es inmejorable y cuentan con un mini reservado para dos muy cuqui que ya lo fiché para ir con #OpoNovio. Además también cuentan con una terraza muy agradable.
El viernes también fue bastante intensivo: estuve con una amiga de la infancia comiendo en Oven Mozzarela, pizzas ricas y originales y local muy bonito el de Las Tablas, pero el servicio no me acaba de encajar.
Por la noche estuve con las chicas de la academia y conocí Las Tabernas Bienmesabe, cocina andaluza abundante y sabrosa. Ideal para ir con grupos, comer rico y no dejarse un riñón. Ambientazo total y del bueno, por cierto, a pesar de la que estaba cayendo en Madrid el viernes.
Ya véis que básicamente me he dedicado a comer. Pero noooo, también he estado entrenando, por aquello del gym y el ñam. Como algunos ya sabéis por Instagram, estoy entrenando con Soul Fit Trainers, y no puedo estar más contenta. Tengo un feeling súper bueno con Guille, mi entrenador. No en vano es extremeño como yo. Y aunque ha sido un desembolso de dinero importante, el nivel que se consigue es excelente. ¿Y qué mejor que invertir en uno mismo?.
He vuelto a leer bastante y he arrasado en una tienda de libros de segunda mano que está en Bravo Murillo. Estoy ahora mismo enganchadísima con una novela de Luis el Val que se titula Volveremos a Venecia. Merece la pena ir a esta tienda solo por el olorcito que desprenden los libros nada más entrar.
El finde creo que ya se merece otro post. Esta semana ya estoy con la preparación del segundo examen, me lo estoy tomando con calma porque aún no he logrado descansar y porque, como os comenté, no sé si pasaré el corte. Aún así seguiré en la academia porque me puede venir bien aprender más.
Espero que la semana esté siendo fructífera y que ya se vaya esta lluvia que nos tiene como descolorados a todos. Yo me iba a poner con el cambio de armario, pero he decidido esperar a que brille el sol en condiciones.